El
pasado día 17 de Enero, en el suplemento cultural de EL FARO DE VIGO, leía un artículo (firmado por Xulio M. Sigüenza)
en el cual se denunciaba la situación del Monasterio de San Paio de Albeos, en
la localidad de Creciente, en la provincia de Pontevedra. Dicho monasterio se
encuentra a la venta, ofrecida ésta por una firma especializada en la venta del
patrimonio cultural español por la cantidad de 50 millones de las extintas
pesetas. Se señala también en el referido artículo la situación de abandono en
la que se encuentra el referido cenobio.
No
es la primera vez, y desgraciadamente no
será la última, que leo un artículo con semejante contenido. Puedo recordar
varios de ellos en diferentes diarios como EL
PAÍS, LA VOZ DE GALICIA en los cuales se denunciaban situaciones similares
en la que se encuentran otros monasterios
como el de San Paio de Abeleda, en la localidad de Castro Caldelas, en la
provincia de Orense.
Desde
este humilde blog, quisiera denunciar la penosa situación en la que se
encuentra gran parte del patrimonio cultural español. No recuerdo quien fue el
autor de la frase “un pueblo sin cultura es un pueblo sin identidad”, pero
inmediatamente me ha venido a la memoria.
España
ha destacado a lo largo de su larga historia por su cultura y por su enorme contribución a la
cultura mundial. Nuestra geografía se encuentra plagada de joyas
arquitectónicas, de maravillosas iglesias de muy diversos estilos, de monasterios,
de castillos, y a nadie se le escapa la tremenda e ingente labor de
conservación y difusión de la cultura que la Iglesia ha llevado a cabo desde
los múltiples cenobios levantados a lo largo de nuestra geografía.
Por
ello, desde este humilde blog, quisiera
hacer un llamamiento a las autoridades políticas españolas para que
definitivamente adopten una solución para evitar que todas estas joyas en
piedra que decoran nuestro país acaben desapareciendo. Para mí sería el primer
pago de la enorme deuda que hemos contraído con ellas por habernos transmitido
a lo largo de generaciones la cultura de la que hoy en día disfrutamos.
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