Lo primero que sorprende al llegar al templo es su fachada que recuerda a una fortificación, seguramente como consecuencia de haber sido construida en su mayor parte por la Orden del Temple. Se encuentra dividida en dos cuerpos horizontalmente separados por una imposta decorada con pequeñas bolas, que la recorre a media altura.
La puerta de la nave central posee un tímpano liso con dos arquivoltas apuntadas que descansan sobre columnas acodilladas, las cuales son rematadas por capiteles decorados con motivos vegetales.
Las fachadas Norte y Sur cuentan con idéntica distribución. Cuatro arcos ciegos que se apoyan sobre contrafuertes que soportan la carga de los arcos interiores decoran sus muros. Ambos son rematados por canecillos decorados con motivos diversos como figuras humanas y vegetales.. que sostienen el tejaroz.
En el lado Norte, bajo cada arco se abre un vano abocinado con arquivolta apoyada sobre columnas rematadas con capiteles con decoración vegetal, cortado por una imposta que recorre el conjunto de la Iglesia. La puerta lateral de acceso la encontramos bajo el tercer arco. Puerta con tímpano liso sobre mochetas encerrado en un arco de medio punto decorado con bolitas.
La cabecera del templo está formada por tres ábsides, siendo el central más ancho y alto que los laterales formando un armonioso conjunto. El ábside central está decorado por tres columnas a modo de lesenas que lo dividen en cinco tramos. De ellos, los tres centrales están decorados con ventanas abocinadas con arquivoltas que descansan sobre columnas, rematadas por capiteles decorados la mayoría con motivos vegetales. Los ábsides laterales cuentan con un vano abocinado cada uno. Resulta curioso la especie de nicho que decora los ábsides laterales justo en la unión de cada uno de ellos con el central. Al igual que los muros, los ábsides están adornados en su parte superior por canecillos que sostienen el tejaroz. Tres rosetones decoran la cabecera con la misma doble función que en la fachada principal.
INTERIOR.
Una vez en el interior, nos encontramos una iglesia coqueta, de planta basilical con tres naves. La central más amplia que las laterales.
Apreciamos un interior amplio, con sensación de altura. Las tres naves, rematan en una cabecera triábside, de los cuales el central es más amplio y alto que los laterales.
Vemos como las tres naves se dividen en cuatro tramos mediante arcos fajones apuntados. Así mismo, las naves se separan entre sí por medio de arcos formeros apuntados. Tanto los arcos formeros como los fajones se apoyan en pilastras cruciformes con semicolumnas adosadas. La mayoría de los capiteles están decorados con motivos vegetales, aunque en algunos de ellos podemos disfrutar de figuras humanas y otros con seres mitológicos como harpías.
Un aspecto muy importante del templo y que lo hace diferente a muchos otros, es el hecho de que los arcos fajones rematan en su parte superior en un falso triforio, puesto que no cumple la función para la cual fue creado en las iglesias románicas. Éste está dividido en cuatro tramos, con tres arcos cada uno con cuatro pares de columnas geminadas. También se diferencia de otros templos por el hecho de que se encuentra rematada por una techumbre de madera fechada en el S.XV, una época ya muy posterior a la última etapa del románico.
Respecto a los ábsides de la cabecera, comienzan con arcos apuntados apoyados sobre columnas y cubiertos por una bóveda de horno.El central es más alto y amplio que los laterales, siendo curiosos los nichos que lo adornan.
Como curiosidades, destacamos a los pies de la nave izquierda una pila bautismal y en el tramo medio de la nave derecha el camarín donde la tradición dice que se encuentran los restos de la Santa.
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