sábado, 4 de mayo de 2013

SAN PEDRO DE RAMIRÁS.

 

 

 

 

 



Quisiera comenzar este artículo exponiendo mi profundo malestar por el poco respeto que se ha demostrado hacia esta preciosa iglesia. Se han levantado a su alrededor diversas edificaciones que no sólo impiden poder disfrutar de la totalidad de la fábrica, sino que suponen un atentado estético. Desde este modesto blog, pediría a la Consellería de Cultura que adoptase las medidas oportunas para subsanarlo.





En el Ayuntamiento de Ramirás (Orense), limítrofe con el de Celanova, se encuentra la iglesia de S. Pedro de Ramirás. Al igual que otras fábricas orensanas, se encuentra enclavada en un pequeño altozano desde el cual se divisa un precioso valle.






Antigua iglesia monasterial, este templo es un claro ejemplo del románico gallego. Los orígenes de este monasterio se remontan al S.X, remontándose las primeras referencias del cenobio  al  año 1.017. Todo parece indicar que pudo haber sido fundado por Onmega, abadesa del monasterio de Santa Comba de Bande.




Tuvo curiosamente carácter mixto en sus inicios, hasta que esta circunstancia fue prohibida. Posteriormente, ya en el S.XII  pasará a formar parte de la orden Benedictina pero ya con un carácter exclusivamente femenino, momento en que se levanta la actual iglesia. Gozó el monasterio de considerable poder en la zona hasta el S.XV en que será anexionado por el  Monasterio Compostelano de S.Paio de Antealtares.




Se inició su construcción en estilo románico pero finalizada en gótico. Tiene el templo planta basilical de tres naves  y tres ábsides en la cabecera. La nave central es mayor en tamaño y altura que las laterales. Y lo mismo sucede con el ábside central respecto a los laterales. La fachada principal  se divide horizontal y verticalmente en dos cuerpos por medio de una imposta que recorre la totalidad de los muros de la fábrica y dos contrafuertes. En el cuerpo superior, un gran arco apuntado de descarga acoge un precioso rosetón con pequeños vanos polilobulados, flores de lis y medias lunas. Bajo éste, una pequeña imposta decorada con bolitas rematada a ambos lados por capiteles sobre los que descansa el mencionado arco. En el lado este de la nave central,también podemos observar un rosetón pero con una decoración menos profusa que el de la fachada principal.

En la parte inferior de la fachada, una portada con arco de medio punto con boceles rematados por una chambrana ajedrezada en la que todavía se aprecian restos de policromía. Así mismo en el tímpano de la puerta también se aprecian restos policromados.  Columnas acodilladas con capiteles vegetales rematan esta preciosa portada.


La fachada norte se divide en cuatro tramos separados entre sí por medio de contrafuertes.Es curioso el contrafuerte en forma escalonada que separa la fachada norte de la este. Cuatro vanos de similar construcción abiertos en cada uno de los tramos y sobre la imposta iluminan el interior de la iglesia. Se trata de saeteras muy simples con bocel y arquivolta que descansan sobre columnas con capitel vegetal. Lo más destacable en este piso superior, es la pequeña cornisa decorada con bolitas que se apoya sobre arquillos ciegos que a su vez descansan sobre canecillos. Los arquillos están decorados en variados ornamentos vegetales y florones a modo de pinjantes. En los canecillos también observamos diversa decoración, sobre todo geométrica, alguna cara animal y lo que parece una figura humana tocando un instrumento musical.

En el tercer tramo del piso inferior se abre una puerta con arcos ligeramente apuntados,boceles y arquivoltas con decoración a modo de sierra. En el tímpano un sencillo crismón. Columnas acodilladas con capiteles vegetales completan el conjunto.

En la cabecera de la iglesia, tres ábsides apoyados sobre un podio para salvar de este modo el desnivel del terreno. El central,como ya he dicho anteriormente, de mayor tamaño y altura que los laterales. En todos ellos se abren vanos. Uno en cada uno de los laterales y tres en el central.   La estructura de todas las ventanas es similar. Abocinamiento,saetera con arquivoltas y boceles sin decoración. Se apoyan en columnas con capiteles vegetales casi todos ellos. Lo más significativo de los ábsides, lo encontramos en los canecillos que sostienen un pequeño voladizo y las columnas adosadas a modo de lesenas que dividen el central en cinco tramos.  

En cuanto a la iconografía, me gustaría resaltar la que decora algunos canecillos. La norma general es la decoración geométrica. Sin embargo, si aparecen  reflejada diversa iconografía con significado variado.Podemos destacar al cerdo mirando al suelo que simboliza la gula, la glotonería y los bajos instintos.Muy cerca del anterior observamos el macho cabrío, una clara referencia al pecado, a Satanás y al anticristo.
 

En el muro norte, en uno de sus canecillos podemos ver lo que a mi entender es una cabeza de perro. Este animal simboliza la fidelidad en la iconografía románica.

Por último, me gustaría resaltar un pequeño barril que encontramos en uno de los ábsides. En mi opinión, simboliza este barril la afición al vino que lleva al ser humano a otros excesos como la lujuria y la ira.