El monasterio de Veiga fue fundado por el anacoreta San Munio en el siglo IX. Se encuentra el santo enterrado en la capilla mayor de la actual iglesia, aplicándose sus reliquias para liberar de Satanás a los endemoniados. Pese a su proximidad con el poderoso cenobio de Celanova, sorprende que no fuera absorbido por este último y que incluso llegasen a firmar diversos acuerdos entre ambos. Perteneció el monasterio de Veiga a la Orden Militar de Santiago aunque previamente dependió de la Orden de San Juan de Jerusalén.
La actual fábrica románica, de finales del Siglo X, tiene una sola nave con ábside rectangular. La fachada norte está dividida en tres tramos por medio de contrafuertes. Portada con arquivoltas apuntadas con decoración diversa como bolitas y vegetal con pomas completando el conjunto una chambrana exterior de cordones entrelazados. Tímpano con cruz patada con trébol tetralobulado rodeado de círculo en su centro. En la parte izquierda de dicha cruz, dos leones rampantes luchando. Dientes de sierra a modo de cenefa culminan su decoración. El tímpano se apoya sobre dos mochetas en las cuales, frente a frente, un lobo amenaza a un carnero. Descansa el conjunto sobre dos columnas con capiteles vegetales y basas con garras ya muy desgastadas. Resulta interesante la profusa decoración de las columnas. Hexafolias con rosetas dentro de un círculo en el cimacio de la izquierda y bolitas en el de la derecha. Así mismo, el ábaco de las columnas cuenta con ornamentación geométrica entrelazada. Por último, el collarino del capitel derecho está decorado a modo de cuerda mientras que el de la izquierda es completamente liso.
Merece ser destacada la diversa iconografía que decora los canecillos que sostienen la cornisa de la iglesia. Podemos deleitarnos con canecillos de proa, baquetones, vegetales con poma, un barril, rostros humanos mirando hacia el suelo y figuras humanas como un músico tocando un instrumento. Respecto al ábside rectangular, en él observamos un vano abocinado cegado con baquetones y arquivolta decorada con bolitas, la misma que ornamenta los cimacios que descansan sobre dos columnas con capiteles vegetales. Merece ser destacado un nuevo desaguisado arquitectónico que se ha llevado a cabo en esta preciosa iglesia. La nave del templo se eleva en altura sobre el ábside. En la fachada oriental de aquélla, podemos observar solamente parte del vano (semejante en su decoración al del ábside) que la decora ya que las obras de retejado del ábside han elevado su tejado de tal manera que han tapiado en parte la mencionada ventana. Finalmente quisiera destacar dos elementos que decoran los muros exteriores del cementerio que rodea la iglesia. En primer lugar, dos relieves que formaban parte de un antiguo baldaquino y que representan escenas de la anunciación de la Virgen. En ellos aparecen representados ángeles tocando instrumentos y la virgen María junto a un ramo de azucenas símbolo mariano y de la pureza. En segundo lugar, un maravilloso peto de ánimas en el cual observamos dos preciosos relieves con pequeños restos de policromía. En un primer plano tenemos la escena de dos ángeles sobrevolando el infierno ofreciendo varios rosarios a las almas que arden entre sus llamas.
Y justamente debajo de ellas, una imagen impactante de un toro rampante que con su pata agarra de la pierna a una figura humana tratando de arrancarla de la boca de lo que parece ser un demonio.
La actual fábrica románica, de finales del Siglo X, tiene una sola nave con ábside rectangular. La fachada norte está dividida en tres tramos por medio de contrafuertes. Portada con arquivoltas apuntadas con decoración diversa como bolitas y vegetal con pomas completando el conjunto una chambrana exterior de cordones entrelazados. Tímpano con cruz patada con trébol tetralobulado rodeado de círculo en su centro. En la parte izquierda de dicha cruz, dos leones rampantes luchando. Dientes de sierra a modo de cenefa culminan su decoración. El tímpano se apoya sobre dos mochetas en las cuales, frente a frente, un lobo amenaza a un carnero. Descansa el conjunto sobre dos columnas con capiteles vegetales y basas con garras ya muy desgastadas. Resulta interesante la profusa decoración de las columnas. Hexafolias con rosetas dentro de un círculo en el cimacio de la izquierda y bolitas en el de la derecha. Así mismo, el ábaco de las columnas cuenta con ornamentación geométrica entrelazada. Por último, el collarino del capitel derecho está decorado a modo de cuerda mientras que el de la izquierda es completamente liso.
Merece ser destacada la diversa iconografía que decora los canecillos que sostienen la cornisa de la iglesia. Podemos deleitarnos con canecillos de proa, baquetones, vegetales con poma, un barril, rostros humanos mirando hacia el suelo y figuras humanas como un músico tocando un instrumento. Respecto al ábside rectangular, en él observamos un vano abocinado cegado con baquetones y arquivolta decorada con bolitas, la misma que ornamenta los cimacios que descansan sobre dos columnas con capiteles vegetales. Merece ser destacado un nuevo desaguisado arquitectónico que se ha llevado a cabo en esta preciosa iglesia. La nave del templo se eleva en altura sobre el ábside. En la fachada oriental de aquélla, podemos observar solamente parte del vano (semejante en su decoración al del ábside) que la decora ya que las obras de retejado del ábside han elevado su tejado de tal manera que han tapiado en parte la mencionada ventana. Finalmente quisiera destacar dos elementos que decoran los muros exteriores del cementerio que rodea la iglesia. En primer lugar, dos relieves que formaban parte de un antiguo baldaquino y que representan escenas de la anunciación de la Virgen. En ellos aparecen representados ángeles tocando instrumentos y la virgen María junto a un ramo de azucenas símbolo mariano y de la pureza. En segundo lugar, un maravilloso peto de ánimas en el cual observamos dos preciosos relieves con pequeños restos de policromía. En un primer plano tenemos la escena de dos ángeles sobrevolando el infierno ofreciendo varios rosarios a las almas que arden entre sus llamas.
Y justamente debajo de ellas, una imagen impactante de un toro rampante que con su pata agarra de la pierna a una figura humana tratando de arrancarla de la boca de lo que parece ser un demonio.
Las representaciones infernales siempre son impactantes, de hecho, quizá ésta, donde sobrevuelan los ángeles, se trata del purgatorio, puede ser? de todas formas no me extraña que la gente viviera asustada, no hay para menos.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu románico blog!
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Muchas gracias por leer mi artículo. La verdad es que cualquier representación infernal siempre levanta comentarios desde diversos puntos de vista pudiendo ser cada uno de ellos acertado. Yo entiendo que la representación es del infierno, pero no puedo asegurarlo. Lo que si es seguro es que la imagen es más que impactante y sobrecogedora. Lo que no acabo de entender es la imagen del toro rampante, no sabría explicar la relación de este animal con el infierno.
EliminarHola, no puedo decirte, no logro distinguir el toro rampante.
ResponderEliminarTienes una foto donde se pueda apreciar mejor?
Es complicado lograrla puesto que el peto está bastante desgastado por el tiempo. Intentaré conseguirla y subirla.
ResponderEliminarEs fantastica esta iglesia donde me bautizaron tanto brigade como la seats donde back los llebo en mi corazon soil ricardo vidal
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