
Cuando hablamos del románico en Salamanca capital, dos construcciones son las que inmediatamente se nos vienen a la mente. En primer lugar, la Catedral Vieja y, en segundo, esta coqueta iglesia de San Marcos situada en la zona antigua de la muralla junto a la puerta de zamora

La primera característica que salta a la vista es su planta circular. Existen diversas teorías acerca del origen y significado de las fábricas con este tipo de panta, siendo una de las más aceptadas la que se refiere al hecho de que éstas se construyeron al servicio de órdenes militares como los caballeros templarios tomando como modelo la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén.

No existe unanimidad acerca de la fecha exacta de su construcción, pudiendo haber sido entre el último tercio del Siglo XI y el primero del XII.



En relación a su interior, lo primero que llama la atención es su distribución, con tres naves separadas por columnas que terminan en tres ábsides semicirculares, no visibles desde el exterior, cubiertos con bóveda de horno e iluminados gracias a la luz que penetra a través de las saeteras que decoran cada uno de ellos. En el ábside central destaca una mesa de altar románica y un Cristo gótico de madera.
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