jueves, 8 de diciembre de 2016

IGLESIA DE SAN MARCOS, SALAMANCA.






 

Cuando hablamos del románico en Salamanca capital, dos construcciones son las que inmediatamente se nos vienen a la mente. En primer lugar, la Catedral Vieja y, en segundo, esta coqueta iglesia de San Marcos situada en la zona antigua de la muralla junto a la puerta de  zamora



La primera característica que salta a la vista es su planta circular. Existen diversas teorías acerca del origen y significado de las fábricas con este tipo de panta, siendo una de las más aceptadas la que se refiere al hecho de que éstas se construyeron al servicio de órdenes militares como los caballeros templarios tomando como modelo la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén.



No existe unanimidad acerca de la fecha exacta de su construcción, pudiendo haber sido entre el último tercio del Siglo XI y el primero del XII.



Exteriormente, se aprecia la reciedumbre típica del románico con escasa ornamentación como la que podemos observar en los canecillos que sostienen el alero. La puerta de acceso la encontramos en el lado sur, de orden gótico con arquivoltas apuntadas ya que fue reformada con posterioridad a su construcción. Resulta peculiar la espadaña bífora barroca que la corona.







En relación a su interior, lo primero que llama la atención es su distribución, con tres naves separadas por columnas que terminan en tres ábsides semicirculares, no visibles desde el exterior, cubiertos con bóveda de horno e iluminados gracias a la luz que penetra a través de las saeteras que decoran cada uno de ellos. En el ábside central destaca una mesa de altar románica y un Cristo gótico de madera.



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